Cuando estamos juntos, cocinamos juntos. Cuando no, compartimos nuestra cocina en el blog. Nuestra cocina es sencilla porque no tenemos pinches; económica, porque no tenemos dinero; de calidad, porque tenemos paladar y segura, porque sólo tenemos una vida para contarlo. Los autores firman cada receta y, al firmarla, juran y adveran haberla cocinado como lo han escrito, haberla comido con satisfacción y responden de que les ha sentado bien. Son los únicos requistos para publicarla.
domingo, 14 de julio de 2013
Anchoas albardadas
El bocarte es un pescado exquisito. En los mercados se conoce por boquerón o anchoa, indistintamente. Cuando se pone por un día, crudo, en vinagre y con una cama de cebolla, se llama siempre boquerón. Cuando se conserva en sal gorda, descabezado y destripado, por camas y con un peso por encima para que la sal lo encurta, se llama anchoa. En las demás preparaciones, se usan los dos nombres indistintamente.
Hoy preparamos unas anchoas -o boquerones- rebozados, o como se dice en todo el Cantábrico oriental, Castilla y Navarra, albardadas.
Disponemos unas anchoas bien frescas que Nuri, nuestra pescatera, nos ha servido ya limpias, descabezadas y desespinadas, des damos un último lavado y escurrimos al frío de la nevera para que nos queden los lomos bien firmes.
Disponemos un lebrillo con harina fina de trigo...
... y otro, con un huevo de gallina.
Batimos el huevo con una pizca de sal. Salamos y enharinamos las anchoas abiertas...
y, una vez enharinadas, las rebozamos en huevo.
Freímos por tandas, no más de dos minutos por cada lado, justo que tomen color.
Servimos inmediatamente.
Espero que os guste
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