domingo, 30 de junio de 2013

Tortilla de garbanzos con espinacas



Hoy prepararemos una tortilla de garbanzos con espinacas. Guisamos para cuatro comensales.






Disponemos un trozo pequeño de puerro y media cebolla...




... que troceamos en cachos pequeños, pero que se encuentren y se distingan.




Troceamos del mismo tamaño un poco de tocino.




Llevamos la cebolla, el puerro y el tocino a la sartén con un chorro de aceite como de dos cucharadas soperas.




Lo hacemos todo a fuego suave, sin prisa, para que se vaya guisando hasta que tome color; momento en que añadiremos las espinacas (unos cincuenta gramos por comensal, que hemos cocido previamente, por cinco minutos desde que rompe a hervir, en abundante agua y con una pizca de sal).




Cuando se ha trabado un poco, añadimos los garbanzos, a razón de cien gramos por comensal, que hemos comprado ya cocidos en un legumbrero de confianza. (Si no se cuenta con la facilidad, deben cocerse a razón de veintidós minutos en la olla rápida, al dos, o una hora en olla atmosférica, echados en el agua hirviendo, y previo descanso de doce horas a remojo de doce horas en abundante agua con una cucharada de bicarbonato).




Añadimos un poco de agua, pero que no llegue a cubrir, y guisamos a fuego suave para que se vayan trabando los sabores




Guisamos hasta que el agua va reduciendo, teniendo el debido cuidado de que no se pegue el guiso, ni se seque en demasía. Apagamos la lumbre y dejamos reposar un rato como de cinco minutos.




Batimos cuatro huevos, uno por comensal, más uno de propina atendido el volumen del guiso de garbanzos, con su debida pizca de sal.




Incorporamos al huevo batido el guiso de garbanzos, y lo dejamos reposar todo junto, para que empape, otros cuatro o cinco minutos.




Echamos un chorro como de una cucharada sopera de aceite en la sartén, y llevamos a fuego vivo.




Incorporamos a la sartén el huevo batido mezclado con el guiso de garbanzos.




Dejamos que se haga debidamente (lo que se conoce por el aroma y por el aspecto), siempre cuidando de hacer leves movimientos con la sartén para que no se pegue en el fondo, y de compactar la tortilla pasando una cuchara de palo por la cara interior de los bordes de la sartén, presionando cariñosamente hacia el centro. Damos la vuelta a la tortilla con la técnica ya explicada en este blog, en la receta de la tortilla de patatas (ver





Cuando hemos dado la primera vuelta a la tortilla, pinchamos su superficie de arriba abajo, hasta el fondo, con un palillo y por media docena de sitios, repartidos por todo el plato, al efecto de crear toberas por las que suban los vapores y el calor, y no se nos quede cruda por dentro.








Que sea de gusto.


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