Ya hemos explicado en la receta de las chirlas quienes eran la señora Luisa, el Tatero y su bar (http://lafamiliaenlacocina.blogspot.com.es/search/label/Chirlas%20del%20Tatero). Pues bien, de modo muy parecido, pero no igual, la señora Luisa guisaba los mejillones. Los prepararemos a su manera, en su recuerdo y para nuestra satisfacción:
Tomamos unos mejillones...
... que ponemos en un lebrillo con agua y una pulgarada de sal por tiempo de diez minutos.
Después, los limpiamos bien...
... y los ponemos en una cazuela con agua, sin que llegue a cubrir, y llevamos a ebullición. Cortamos el fuego tan pronto abran los mejillones. Colamos el agua de la cocción y reservamos.
Retiramos la valva vacía de los mejillones y reservamos.
Disponemos en la sartén un diente de ajo, presionado para agrietarlo, pero entero, y dos guindillas con un chorro de aceite como de tres cucharadas.
Dejamos que se haga sin llegar a tomar color. Los aromas del ajo y las guindillas avisan de que ya está listo. Añadimos, entonces, una cucharada de harina y damos vueltas para que se haga sin llegar a tostarse.
Añadimos el caldo colado de cocer los mejillones, perejil picado y media cucharadita -de las de moka- de colorante alimentario. Damos vueltas para que trabe y espese un poco. El resultado final de la salsa debe ser una textura un poco más ligera que el yogur líquido.
Añadimos los mejillones, y damos unas vueltas para que espabilen con la salsa.
Servimos.
Espero que os guste.
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