Hoy cocinamos un bacalao desmigado, como al ajoarriero, pero con tomate, más suave, sabroso y de fácil digestión.
En primer lugar, disponemos el bacalao seco, salado, según lo hemos comprado en la bacaladería, y lo ponemos a remojo con agua fría, pudiéndose conservar en la nevera sin ningún problema.
Hay que ponerlo a remojo dos días antes de lo previsto para cocinar, cambiando el agua dos veces al día, una por la mañana y otra, por la noche antes de acostarnos.
Ha llegado el día de cocinarlo. Antes de empezar a cocinar, escurrimos el bacalao...
y preparamos las verduras.
Ponemos una cazuela al fuego con un chorro generoso de aceite y, mientras se calienta, picamos la cebolla menudita...
y la ponemos a pochar...
Mientras pochamos la cebolla, cortamos dos pimientos como para que se noten y se vean.
Cuando la cebolla está medio pochada, añadimos los pimientos
Una vez esté listo, se añade el bacalao y se rehoga todo junto. Damos vueltas con frecuencia para que no se agarre y...
entre vuelta y vuelta, disponemos el tomate triturado al que añadimos sal y una puntita de azúcar para quitarle acidez que pudiera tener.
Como ya se ha rehogado el bacalao con las verduritas, echamos el tomate.
Dejamos guisar unos minutos...
y ya está listo. Lo servimos en cazuelitas de barro...
Buen provecho.
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