domingo, 7 de abril de 2013

Alcachofas cocidas



Gran hortaliza, de muchas propiedades salutíferas y preparación tan sencilla como eficaz:

Cortamos el tallo por mitad, en perpendicular, según viene. En el corte del tallo, vemos una corona circular, la más exterior, más verde. Pelamos para quitar esa corona hasta la base de la alcachofa. Volvemos a la parte superior, y cortamos, con cuchillo de dientes pues es muy dura, la alcachofa un dedo por debajo de su extremos superior. Otra corona circular más verde, deja a su interior la zona más amarilla, clara y tierna. Separamos con los dedos las hojas exteriores hasta retirar la corona verde. Veremos -y sino ajustamos la extracción- que la zona retirada se corresponde con un perfil cóncavo, y la zona tierna se corresponde con un perfil en forma de lira. Todo esto se explica en la receta de Menestra.

Sacados los excedentes, sumergimos en agua hirviendo y dejamos cocer, con una pulgarada de sal, por -más o menos- un cuarto de hora. El aspecto nos dirá cuando está lista.

Aliñamos con unas gotas de vinagre de vino y un chorrito de aceite de oliva.

Et voilà.


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