domingo, 17 de marzo de 2013

Potaje de cuaresma



El tiempo de cuaresma es un período de los cuarenta días que median entre el carnaval y la Pascua. Históricamente, fue tiempo de ayuno y abstinencia, y con prohibición de la carne los viernes. De toda la carne, sin distinción.

La respuesta nutritiva fue el potaje y el bacalao. Hoy vamos a cocinar un potaje de garbanzos con espinacas, el potaje de cuaresma.

Disponemos los garbanzos en un lebrillo mucho más grande, porque hincharán.




Añadimos una cucharadita de bicarbonato sódico, medida a ojo como corresponde en la cocina:




Añadimos agua fría hasta cubrir sobradamente para que, cuando hinchen, no queden emergidos.




Y dejamos que descansen en agua durante más de doce horas. hoy, los hemos remojado dieciocho horas:




Ponemos a cocer en la olla a presión, al dos, en agua con un poco de sal. Dejamos cocer por veintidós minutos desde que empieza a salir el vapor por la válvula con su sonido característico. Bajamos el fuego de fuerte a medio fuerte. Por otra parte, disponemos las espinacas...




que limpiamos sumergiendo en agua con un chorro generoso de vinagre para que suelten todo cuanto tengan adherido.




Mientras tenemos las espinacas a remojo, disponemos una cebolla...




...y ajo. Hemos cogido unos ajos tiernos para esta fase, aunque después añadiremos unos dientes de ajo crudos y enteros.




Sofreímos cebolla y ajo, finamente cortados.




Añadimos media cucharadita, de las de postre, de harina cuando la cebolla y el ajo están medio pochados.




Echamos en una olla a presión atmosférica (sin presión añadida) los garbanzos cocidos, las espinacas lavadas y el pochado de cebolla y ajo.




Mientras cuece todo junto, hervimos un huevo.




Picamos el huevo cocido. Cuando el guiso con el sofrito, los garbanzos y las espinacas está listo, añadimos el huevo picado, dejamos hervir unos segundos, tapamos la cazuela y cerramos el fuego. Dejamos reposar.



El guiso está listo.

Que sea de gusto.

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