domingo, 14 de julio de 2013

Gazpacho andaluz con un toque


Verano, Andalucía, España, Gazpacho... todo distinto y todo uno. Esencias encerradas en la flora y en la costumbre que explotan en una exhibición de hasta qué punto puede ser ubérrima la Madre Naturaleza, y la buena disposición con la que lo aprendieron nuestros antecesores. El gazpacho debería explicarse en las cátedras de Derecho Político y Teoría del Estado. A lo mejor, nos vendría muy humildemente bien; o sea: muy bien.






Hoy vamos a preparar un gazpacho con truco, para hacer más llevadera la digestión. Empezamos por los ingredientes tradicionales, en razón de preparar un litro de gazpacho: un pepino pequeño, un par de pimientos verdes, medio pimiento rojo, media docena de tomates, una cebolleta y un diente de ajo.




Troceamos las verduras y las llevamos al vaso de la batidora , con una copa de agua bien fría.




Bien triturado, lo pasamos por un colador de malla fina, para quitarle las pepitas y los pellejos, que nos molestarían al paladar, dándole buenas vueltas con una cuchara sopera para aprovechar bien los jugos y que caigan colados.




Ahora vienen los trucos: en vez de añadir pan seco de víspera, previamente remojado en agua, como es de tradición, añadiremos pan de molde, que nos viene muy bien para trabar la preparación, y añadiremos una manzana Golden, que nos suavizará el ajo y nos facilitará la digestión del pepino y el pimiento que, a veces, se arrebatan en la tripa y piden quórum toda la tarde.




Disponemos en el vaso de la batidora un poco del colado de las verduras, el pan reducido a pellizcos...




... y la manzana pelada, descorazonada y cortada a cachos.




Trituramos con energía -todo lo que da la batidora- y vamos añadiendo el colado de los jugos de las verduras, una cucharada de vinagre, dos de aceite, y una pulgarada de sal, hasta que nos quede una crema uniforme y apetitosa. Al espectador se lo dicen , al estéreo modo, el aroma y el aspecto:




Cortamos en dados un pan de víspera, debidamente seco, y desprovisto de la costra y picos...




... que freímos en aceite bien caliente y reservamos en un plato con una hoja de papel de cocina para que absorba el exceso de aceite, con lo que hacemos unos ricos picatostes...





Disponemos unos cuencos con los ingredientes troceados en bien pequeño (pimiento verde, pimiento rojo, tomate, cebolleta) y otro, con los picatostes. Ya está listo. Emplatamos en una copa y unos lebrillos para los tropezones.




Servimos con un tinto de verano (vino -una octava dulce, siete octavas, seco- en copa grande, mitad de vino y  mitad de gaseosa, y con medio limón partido en cuartos y tres o cuatro cubos de hielo)




Que sea de gusto. 

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