domingo, 7 de julio de 2013

Pincho de riñoncito asado





Debemos comenzar por pedir al carnicero riñones de cordero lechal y que no nos los limpie, sino que nos los sirva como le vienen, con su cápsula de grasa protectora.

Así, disponemos los riñones en una bandeja de horno, sin más.




Tras un cuarto de hora cumplido de horno a buena potencia, los riñones nos quedan asados en su propia grasa.




Con la ayuda de un cuchillo bien afilado y unas pinzas de cocina, tomamos cada riñón y lo desencapsulamos para liberarlo de la zona grasa y de la telilla de tejido conectivo que lo envuelve.




Abrimos lo riñones por mitad y retiramos el cáliz de la zona pélvica renal como ya hemos explicado en la receta de los riñones al jerez (ver).




Sacados los cálices, emparejamos las dos mitades del riñón...




... y ensartamos en un pincho.




Que sea de gusto.

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