domingo, 20 de octubre de 2013

Ananás con almíbar de anís estrellado


El autor no sabe por qué, pero al ananás, que es la piña de una planta determinada -el ananás, precisamente- se le llama piña. Antes se llamaba piña tropical. Nosotros reivindicamos su nombre porque para eso es suyo, y la vamos a servir con un almíbar ligero de anís estrellado, que le da un toque de aroma y de sabor muy agradable.









Disponemos una piña que pelamos, retiramos el troncho central y troceamos en cachos de tamaño adecuado para comerla directamente con cuchara o tenedor y sin necesidad de usar el cuchillo.








Ponemos los cachos en un lebrillo en la nevera, para que sude sus jugos, y se mantenga en una temperatura adecuada para oxidarse poco.








Disponemos unas flores secas de anís estrellado, que podemos encontrar en la herboristería, es una hierba carminativa que alivia mucho la digestión, de sabor anisado pero más suave y más profundo que el anís verde.








Para hacer el almíbar, disponemos azúcar...








... y agua a partes iguales, aunque echaremos un chorrito más de agua para corregir la pérdida del hervor y que nos quede muy ligero. No debe ser éste un almíbar espeso.








Llevamos el agua a ebullición y añadimos el azúcar, dejando que hierba unos minutos (cuatro o cinco) hasta que veamos...








... las burbujas de la cocción grandes, sólidas, plásticas que nos señala el punto de cocción.









Cortamos el fuego y dejamos enfriar un minuto. Añadimos el anís estrellado a infusionar. Las infusiones deben hacerse con el agua a no más de 80º.








Tapamos bien tapado y dejamos que vaya perdiendo calor...








... hasta que quede a temperatura ambiente. Destapamos ...








... añadimos a la piña troceada, y llevamos a la nevera para que enfríe hasta la temperatura de servicio (fresquita, pero no fría: la de la zona de verduras de la nevera).








Servimos decorando con una flor de anís estrellado.







Que sea de gusto. 

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