domingo, 20 de octubre de 2013

Panellets



Preparamos unos panellets, dulce catalán de tradición para Todos los Santos y los Fieles Difuntos. Ahora, todo eso se llama castañada o jálogüin ¡qué le vamos a hacer!. Prepararemos para unos treinta, según vayan saliendo porque la artesanía es así.

Las proporciones son sencillas: Un tanto de boniatos, otro tanto de almendra rallada, un tanto menos una cuarta de azúcar y otro tanto de piñones, medio tanto de almendras crudas, una yema de huevo por cada muchos, y ralladura de la cáscara de un limón para muchos más. Afinaremos las medidas para quienes no estén por la labor de las proporciones.








Tomamos unos boniatos (un cuarto de kilo)








Tomamos unas almendras crudas (100 gramos)...








... y tomamos un limón.








Llevamos una cazuela con agua a ebullición viva. Añadimos las almendras crudas y las escaldamos hirviendo dos minutos. Retiramos y pelamos (se pela con gran facilidad apretando la piel).








Retiramos las almendras escaldadas e incorporamos, ahora a cocción lenta, los boniatos. Pelamos las almendras y las cortamos a cuchillo en granillo -trocitos pequeños-. (Hay proveedores que, a épocas, la tienen ya picada, se dice por aliviar el trabajo).








Disponemos 200 grs de piñones.








Una vez cocidos, pelamos los boniatos...








...que trabajamos en un lebrillo con un tenedor hasta hacer una pasta homogénea.








Añadimos el azúcar, que nos ablandará la mezcla...








... y la ralladura de limón. (medio limón, no hace falta más) y vamos añadiendo almendra molida hasta alcanzar el punto deseado.









El punto es trabajarlo hasta que no se pegue en los costados, y se puedan hacer bolitas con las manos, lamigoso pero no, pegajoso. Pero no es esa la labor por la que está el autor porque el resultado resultaría demasiado denso. Por ese motivo, se limita a tanta almendra molida como boniato. ni un adarme más.









Como hemos hecho la masa ligera, no podemos amasarla a mano, de modo que hacemos bolitas trabajando con dos cucharas soperas, una a mano de lanza y otra a mano de rienda, y con el debido sosiego. Hecha cada bolita, se deposita con mimo en el plato de los piñones o en el plato de la almendra en granillo, se toma con los dedos con cuidado y se va dando vueltas para que se adhieran los piñones y las almendras.








Hechas las bolitas, las llevamos a la bandeja del horno, con un papel protector para que no se nos peguen y no ensuciemos la bandeja,








Pintamos las bolitas con huevo batido con la ayuda de la brocha de cocinar y...








... así, pintadas, las llevamos a horno suave (como de 180 º) hasta que doren un poquito (no es necesario que estén mucho tiempo, porque el único elemento que precisa desinfección es el huevo crudo, y sus miasmas normales no aguantan cinco minutos de horno suave; y si se secan demasiado, la harina de almendra hará demasiado densa la preparación).







Horneadas, los dejamos enfriar...








... y servimos.









Que sea de gusto

No hay comentarios:

Publicar un comentario