Preparamos unos chips de berenjena, que es fruto humilde y sabroso hasta el extremo.
Empezamos por disponer una berenjena...
... que cortamos en tajadas redondas de unos dos o tres milímetros de espesor. Bueno será ayudarse de un cuchillo cebollero bien afilado para resolver dignamente el trance.
Echamos en un plato hondo harina de trigo para enharinar las tajadas.
El enharinado tiene su qué: hay que presionar ligeramente por ambos lados para que tome buena cantidad de harina, y sacudir golpeando dos tajadas, una a cada mano, y sobre el plato para que suelten todo el exceso.
Echamos a freir en una sartén con abundante aceite de oliva bien caliente.
Dejamos que dore por un lado, damos la vuelta y dejamos que dore por el otro. Sacamos a un plato con un papel de cocina para que embeba el exceso de aceite. Emplatamos en caliente y echamos una pizca de sal en escamas. Servimos.
Que sea de gusto.
Cuando estamos juntos, cocinamos juntos. Cuando no, compartimos nuestra cocina en el blog. Nuestra cocina es sencilla porque no tenemos pinches; económica, porque no tenemos dinero; de calidad, porque tenemos paladar y segura, porque sólo tenemos una vida para contarlo. Los autores firman cada receta y, al firmarla, juran y adveran haberla cocinado como lo han escrito, haberla comido con satisfacción y responden de que les ha sentado bien. Son los únicos requistos para publicarla.
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