domingo, 23 de marzo de 2014

Garbanzos guisados con huevo duro


Tiempo de cuaresma y de comidas ligeras, hoy guisamos unos garbanzos con huevo duro.








Preparamos las verduras (una cebolla, una cabeza de ajo y un tomate pequeño para cuatro comensales) y un huevo por comensal.








Tomamos los garbanzos, que hemos comprado ya cocidos a razón de doscientos gramos por comensal, y tomamos agua de cocer los garbanzos que siempre conserva el mucílago que bien nos ha de venir para el espesor del caldo, a razón de un cuarto de litro por comensal.








Ponemos la cazuela a fuego medio con una cucharada de aceite por comensal y añadimos los dientes de ajo.







Añadimos la cebolla cortada en cuadraditos pequeños, y una pizca de sal para que saque bien sus jugos.








Cuando la cebolla empieza a tomar color, echamos el tomate pelado, rallado y despepitado (o una cucharada de tomate triturado en lata por cada dos comensales)








Pochamos el tomate un par de minutos con las verduras.








Una vez pochadas las verduras y el tomate, añadimos los garbanzos ya cocidos y damos unas vueltas, como rehogando, por un par de minutos.







Por último, añadimos el agua de cocer los garbanzos...








... una pulgarada de sal y una hoja de laurel.








Dejamos cocer por unos cinco minutos.








Emplatamos y añadimos un huevo cocido por comensal, ya en el plato, y troceado en cachos pequeños.







Buen provecho.


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