domingo, 8 de junio de 2014

Ensalada de legumbres con bacalao



Hoy, llegados ya los calores, preparamos una ensalada de bacalao que resulta refrescante, nutritiva y sabrosa.








Empezamos por disponer bacalao, previamente congelado para evitar la anisakiasis, descongelado y más o menos remojado, según el gusto de cada cual, a razón de unos cincuenta gramos por comensal... (la verdad es que nosotros hemos desalado por dos días con tres aguas. Nada hubeira pasado si le hubiésemos dado un simple lavado con su secado correspondiente, aunque el sabor salado hubiera prevalecido)









... y unos cincuenta gramos por comensal de alubias cocidas pequeñas, mejor de Santa Pau, otro tanto de garbanzos, mejor de Fuentesaúco, y otro tanto de lentejas, mejor de la Armuña o de Medina de Rioseco...








... y tomamos una buena escarola, que más parezca de floristería que de verdulería.








Cogemos los trozos de bacalao, y les damos un buen golpe con la pala del cuchillo para escurrirlos y para, a la vez, destruir la trabazón del tejido...






... y los cortamos en trozos pequeños.








Empezamos a emplatar poniendo en el plato un poco de escarola...







... una cebolleta fresca cortada en plumas (ahora añadimos una pizca de sal en escamas y un chorrito de vinagre) ...







... las legumbres...






... y el bacalao.







Con el plato ya montado, decoramos con un rábano abierto en gajos y salseamos con salsa romesco.







Que sea de gusto

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